viernes, 28 de marzo de 2014

  • Valoración de Alternativa Republicana sobre las Marchas de la Dignidad 22M.
Ya han pasado unos días desde que las calles de Madrid se vieran inundadas el 22 de marzo por cientos de miles de personas reclamando pan, vivienda, trabajo, en una palabra: Dignidad.

Gentes de toda condición social, procedentes de todos los rincones de España reunidas bajo un anhelo: Conseguir que el gobierno cumpliera con su obligación de defender a los ciudadanos y dejara de defender a los mercados, a la banca, al capital neoliberal siempre insaciable y ávido de reducir a la mínima expresión los derechos sociales y los servicios públicos.

Los grandes medios de comunicación del régimen han manipulado la información de la protesta destacando las acciones violentas de unos pocos, siempre reprobable,  que en nada tienen que ver con la inmensa mayoría de los allí reunidos.

Violencia injustificada por un lado y desmedida por otro, la de aquellos que deberían de haber protegido, como es su obligación, a los ciudadanos que estaban ejerciendo su derecho constitucional de manifestarse pacíficamente. Sin embargo, los cuerpos represivos dirigidos por el gobierno se dedicaron a obstaculizar la llegada de manifestantes a Madrid y a causar escenas de pánico cuando actuaron con violencia desatada sin que el acto final de la protesta hubiese finalizado.

¿Pero ahora qué? ¿Qué futuro tiene ese capital humano, con esa voluntad unitaria del pueblo exigiendo Dignidad?

Es absolutamente necesario articular políticamente las consecuencias de la Marcha de la Dignidad. No es de recibo crear una esperanza para, a continuación, devolverla a la orfandad y la desesperanza  de la realidad del día a día.  

Se lanzó un comunicado, se pidieron adhesiones, se recabaron apoyos y se invitó a  todo un pueblo a salir a la calle exigiendo Dignidad. Los ciudadanos han reaccionado de forma contundente y esperan respuestas y continuidad

Ahora estamos en el después;, indudablemente la Marcha fue un éxito de participantes, pero si sólo fue eso, una manifestación más, nos habrán engañado y se dilapidará una energía social muy considerable.
Como expusimos en nuestro manifiesto de apoyo, entendemos que la respuesta ha de tener un encaje político en términos de ruptura con el actual régimen monárquico postfranquista hacia una República.
Miles de ciudadanos nos exigen un acuerdo al más amplio nivel político y social que nos lleve a un verdadero proceso constituyente.

Estamos obligados.

Alternativa Republicana

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